¿Por qué Merakimú?

Poner un nombre es encontrar una nueva vida que ya lateDar nombre a las cosas es reconocerlas, llevarlas de lo latente a lo patente, darles forma en el discurso propio y dejar que te acompañen. 

Cuando estaba buscando el nombre para este proyecto, tenía ya el logo que veis en la web, creado por Helena Acero, que comprendió a la perfección la idea detrás de las palabras cuando le expliqué el propósito de todo esto. A raíz del logo, busqué palabras que me dieran esa sensación de curiosidad y juego. Encontré por Internet la palabra “Merak”, que significa todas estas cosas. Y decidí jugar con ella un par de días, no más. Dibujé un pavo real.

Pregunté a un par de amigos sobre cómo les sonaba. No le di más vueltas. Merakimú sería pasión, educación, verdad y personas. Y sería, sobre todas las cosas, un espacio donde disfrutar. La palabra “merakimú” no tiene sentido. ¿Os acordáis de cuánto os gustaban las palabras sinsentido de niños? ¿Os acordáis de ese super-cali-fragi-lístico-espi-ali-dooo-so? Pues tampoco significa nada, es solo un juego, según afirman en Harper’s Bazaar:

“La escribimos en dos minutos. Es nuestra”, dijeron los hermanos. Y nadie lo puso en duda, teniendo en cuenta que aquel Supercalifragilisticoespialidoso no venía siendo otra cosa que un cóctel molotov de un montón de adjetivos sin sentido: “súper, cálido, frágil, místico, especial y melodioso”.

¿Y para qué?

Son tiempos únicos. Como todos, sí, pero distintos. Estamos en el ojo del huracán de una crisis climática global, vivimos sumidos en crisis sociales y, por supuesto, cada uno de nosotros cuenta con su propia crisis personal. Como siempre, dirás. Sí. Y, a la vez, es distinto.

Como dice Malena Ernman, madre de la increíble Greta Thumberng, somos personas quemadas en un planeta quemado. Y justo por eso, y justo para conectar a las personas, calmar las heridas y curar desde la raíz, ha nacido Merakimú. Nuestro para qué es de muchos, lo tengo claro.

Mi para qué es sencillo: crear un espacio donde todo lo que pueda hacer mejor quepa y llegue a quienes ha de llegar. Fin. ¿Fácil, no?

Baélls, Huesca. Enero de 2020. Calma y espacios abiertos. 

Te invito, si quieres

Quiero invitarte con este post a ser activa, creador, preguntona. No quedarte en la lectura superficial, no esperar que yo lo cuente todo: ¿qué tal si me cuentas tú a mí tus historias? En este blog, voy a hablar de proyectos que me enamoran, personas que me enseñan, lugares que inspiran, arte que cambia las cosas. Me encantaría poder escucharte, comenzar una conversación nueva. Te invito a conectar juntos, juntas, en estas regularmente llamadas redes sociales. Publicaré las cosas que son relevantes para mí o NO PUBLICARÉ. Quiero conocer tus historias, tus pasiones, tus proyectos. Solo en conversación constante podremos escucharnos y hablar de lo que realmente importa. ¿Te vienes?

Este proyecto forma parte de la Asociación por la Innovación en Salud Mental y Educación, dentro de la cual se enmarca la iniciativa social PerspectivaMente, en la que trabajo con la maravillosa Vanesa Ortega. Un día os contaré cómo es este camino aparentemente exitoso pero verdaderamente extenuante del emprendimiento social. Hasta entonces, ¡jugad mucho!